Poesía

Hugo Mujica

ARIA

Es noche, es frío

y en lo lejano
el canto de una mujer
parece acunar la vida.

La voz, no el silencio,
es la desnudez de las palabras.

EN PLENA NOCHE

También en plena noche
la nieve
se derrite blanca

y la lluvia
cae
sin perder su transparencia.

Es ella, la noche,
la que nos libra de los reflejos,

la que nos expande
las pupilas.

Lo que busca con su bastón
el ciego es la luz, no el camino.

LO IMPOSIBLE

Llueve sobre
el silencio de un plato vacío,

llueve
y se desborda lluvia.

Hay que derramarse hasta
lo imposible de uno mismo:

la herida sin decirse sangre,
el alma sin saberse alma.

11 respuestas a “Hugo Mujica

  1. Cuando el verbo se hace flor / el jardín de las palabras reverdece / y cantan las abejas sus penurias / de flor en flor, recogiendo dulces mieles.
    ¡Maravillosos!
    un abrazo,
    Jesús

      1. A ver con qué me vas a retar. Espero ansiosa.

        Recibido el beso y va otro de vuelta con poema

        UN PEDAZO DE HAMBRE, UN VASO DE AGUA

        Fiel a lo humano,

        al tamaño de lo que los brazos
        mecen,
        a la fiesta
        de lo que en las manos cabe,

        a la callada esperanza
        que es no apretar los labios.

        Fiel a un vaso de agua
        y al pedazo de hambre
        que otro cuerpo nos trae,

        fiel sorbo a sorbo, hambre a hambre.

        Fiel al pudor de apenas una seña,
        apenas el abismo
        del otro
        cuando el silencio
        calla la piel que nos separa.

        Fiel al límite de morir hombre,
        de haber abrazado el vacío
        que ese mismo abrazo llenaba.

    1. Noris, 7 años en un monasterio sin pronunciar palabra alguna acentuó su genialidad. Le considero un iluminado, basta leer esto para no dudarlo:

      HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE DE SU AMO
      Hay perros
      que mueren de la muerte de su amo

      cuerpos que no hacen el amor,
      hacen el miedo

      que no se agitan,
      tiemblan.

      Y hay hombres
      en los que muere dios
      como una gota de lacre
      sobre el pecho
      de un torso de mármol,

      son los que lloran cuando creen
      estar hablando,
      o gritan soñando, pero al alba
      olvidan el grito
      con que encendieron la noche.

      Hay hombres en los que gime dios
      por no encontrar un hombre
      donde morir de carne,

      pero no llora como quien lo hace
      solo,
      llora como quien llora abrazado a un niño.

      Gracias por venir, un abrazo.

¡Dispara!

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s